Cráter Kerið

Kerið es un cráter volcánico ubicado en la región sur de Islandia, conocido por su espectacular forma elíptica y el lago turquesa que ocupa el fondo del cráter. Con una antigüedad de aproximadamente 3.000 años, Kerið es uno de los cráteres más jóvenes y mejor conservados de la zona volcánica de Grímsnes, una región caracterizada por numerosas formaciones volcánicas. Kerið se distingue por sus paredes de roca rojiza y el vibrante contraste con el lago de aguas cristalinas. Este cráter es de origen freatomagmático, lo que significa que se formó cuando el magma ascendente entró en contacto con el agua, provocando una explosión. Sin embargo, Kerið es único por la presencia del lago, cuyo color se debe a la presencia de minerales disueltos y algas que prosperan en estas aguas tranquilas. Geológicamente, Kerið es un ejemplo perfecto de caldera volcánica, con paredes escarpadas que se elevan aproximadamente 55 metros sobre el nivel del agua, y un diámetro de unos 170 metros. El fondo del cráter está ocupado por un lago poco profundo, cuya profundidad varía según las precipitaciones estacionales, pero generalmente se sitúa alrededor de los 7-14 metros. Las paredes del cráter, compuestas de roca volcánica y escorias, ofrecen una interesante variedad de colores y estratificaciones, convirtiéndolo en un lugar fascinante para geólogos y turistas. Un dato interesante es el uso del cráter como lugar para conciertos musicales. En 1987, la famosa cantante islandesa Björk dio un concierto acústico dentro de Kerið, aprovechando la excepcional acústica del cráter. Este evento consolidó la reputación de Kerið como un lugar único para eventos culturales, combinando la belleza natural con las artes escénicas. La presencia de Kerið enriquece la experiencia turística de Islandia, ofreciendo una parada inolvidable para quienes recorren la Carretera Circular. La combinación de accesibilidad, belleza natural y significado histórico-cultural convierte a Kerið en un destino imperdible. Explorar este cráter significa sumergirse en un paisaje que cuenta millones de años de historia geológica, ofreciendo al mismo tiempo un refugio de tranquilidad e inspiración.