El Cuarenta Pies

El Forty Foot, ubicado en Sandycove, cerca de Dublín, es uno de los lugares de baño más icónicos y históricamente significativos de Irlanda. Este promontorio rocoso que se asoma a la Bahía de Dublín ha atraído a nadadores durante más de dos siglos, convirtiéndose en parte integral del tejido cultural y social de la ciudad. Su fama no se debe solo a las aguas frías y tonificantes, sino también a su rica historia y a las tradiciones que lo rodean. Originalmente, el Forty Foot estaba reservado exclusivamente para hombres y durante más de 250 años fue un lugar donde los hombres podían nadar desnudos en total libertad. Esta exclusividad estaba tan arraigada que incluso James Joyce lo mencionó en su famosa novela “Ulises”. En las primeras páginas del libro, el personaje Buck Mulligan se sumerge en las frías aguas del Forty Foot, inmortalizando así el sitio en el imaginario colectivo. Joyce describió el lugar como un “lugar de baño para caballeros”, un refugio para hombres que buscaban el contacto directo con la naturaleza y un momento de recreo lejos de miradas indiscretas.Sin embargo, la historia del Forty Foot dio un giro significativo en 1974. Ese julio, un grupo de activistas por los derechos de las mujeres organizó una protesta para desafiar la prohibición de acceso a las mujeres. Esta manifestación, llevada a cabo con determinación y valentía, marcó el comienzo de un cambio social que gradualmente llevó a la apertura del sitio a nadadores de ambos sexos. Las mujeres se lanzaron a las frías aguas, desafiando abiertamente las convenciones sociales y logrando un éxito que transformó el Forty Foot en un lugar inclusivo, abierto a todos.Hoy en día, el Forty Foot es frecuentado por hombres, mujeres y niños, convirtiéndose en un punto de encuentro para nadadores de todas las edades y niveles de habilidad. La tradición del baño navideño es particularmente popular: cada año, el día de Navidad, cientos de personas se reúnen para sumergirse en las heladas aguas del Mar de Irlanda, vistiendo trajes navideños y desafiando las temperaturas invernales. Este evento se ha convertido en un rito de paso para muchos dublineses y también atrae a numerosos turistas, curiosos por participar o simplemente observar esta singular tradición. Desde el punto de vista geográfico, el Forty Foot ofrece un espectáculo impresionante. Situado en el extremo sur de la Bahía de Dublín, el promontorio rocoso se adentra en el mar, ofreciendo vistas panorámicas de la costa y del horizonte marino. La naturaleza salvaje del lugar, con sus acantilados y aguas turbulentas, añade un elemento de aventura a la experiencia del baño. No es raro ver focas curiosas acercándose a los nadadores, añadiendo un toque de magia a este lugar ya especial.