Fuente de Matías
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La Fuente de Matías, ubicada en el patio occidental del Castillo de Buda en Budapest, es uno de los monumentos más icónicos y fotografiados de la capital húngara. Esta obra maestra neobarroca es obra del escultor Alajos Stróbl y del arquitecto Alajos Hauszmann, realizada a principios del siglo XX.
La fuente representa una escena de caza con el rey Matías Corvino como figura central, representado con una ballesta en la mano, de pie sobre una roca junto a un ciervo abatido. A sus pies hay tres grandes perros de caza, los vizsla húngaros, y dos asistentes de caza: su guardabosques y el portador de escudo, ambos con cuernos de caza. A la izquierda, sentado tranquilamente, está Galeotto Marzio, el historiador de la corte italiana del rey Matías, que sostiene un halcón en su muñeca. Galeotto Marzio fue el primero en registrar la historia de la Bella Elena (Szép Ilonka), un relato luego inmortalizado en un famoso poema de Mihály Vörösmarty.La fuente está cargada de simbolismo e historia. Según la leyenda, el rey Matías, a menudo disfrazado, salía de caza para ver cómo estaban realmente las cosas en su reino. Durante una de estas cacerías, conoció a una hermosa campesina llamada Ilonka y se enamoró de ella. Sin embargo, cuando Ilonka descubrió que Matías era el rey de Hungría, comprendió que su amor no podía consumarse y murió de desamor. Esta historia romántica y trágica está representada en la fuente con Ilonka acariciando a un joven ciervo, observando a los cazadores con admiración.La construcción de la fuente comenzó en 1904 y se completó en 1905. Fue diseñada para adornar la pared del ala central del Castillo de Buda, residencia de los reyes de los Habsburgo en Hungría. La fuente refleja el gusto aristocrático de la época y también representa un deseo velado de independencia de los nobles húngaros dentro del Imperio austrohúngaro.A pesar de los daños sufridos durante la Segunda Guerra Mundial, la fuente sobrevivió con solo daños leves, el más significativo de los cuales fue la destrucción de uno de los perros de caza, que luego fue restaurado. Una restauración más reciente, completada en 2010, devolvió la fuente a su antiguo esplendor, convirtiéndola una vez más en una de las joyas del Castillo de Buda.La fuente, con su disposición escenográfica y su estilo elaborado, de alguna manera recuerda a la famosa Fuente de Trevi en Roma. Se dice que quien arroja una moneda a la fuente regresará seguramente a Budapest, un mito que agrega un toque de magia a este ya fascinante monumento.
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