Iglesia de Santa María cerca de San Satiro
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citta, Milán,
Centro Storico
La iglesia de Santa Maria presso San Satiro, situada en el corazón de Milán, a pocos pasos del Duomo, es una obra maestra del Renacimiento que encanta por su ingeniosa arquitectura y su historia llena de anécdotas. Construida entre 1476 y 1482 según el proyecto del gran arquitecto Donato Bramante, la iglesia se erige en el sitio de un antiguo lugar de culto que data del siglo IX, dedicado a San Satiro, hermano de San Ambrosio, patrón de Milán.
La realización de Santa Maria presso San Satiro fue encargada por Galeazzo Maria Sforza, Duque de Milán, deseoso de construir un nuevo y espléndido santuario mariano para custodiar una venerada imagen de la Virgen considerada milagrosa. Esta imagen estaba relacionada con un episodio extraordinario: en 1242, un agresor apuñaló a la Virgen, y se cuenta que de la pintura comenzó a brotar sangre, aumentando aún más la devoción popular.
El proyecto de Bramante se distingue por su extraordinaria capacidad para resolver problemas de espacio con soluciones innovadoras. La iglesia, de hecho, debía ser construida en un área muy estrecha, con la medieval calle Falcone que pasaba justo detrás del edificio, impidiendo la realización de un ábside tradicional. La respuesta de Bramante fue genial: creó un trompe-l’oeil, un falso ábside pintado que, a través del uso de la perspectiva forzada, da la ilusión de una profundidad real de varios metros, mientras que en realidad la profundidad es de apenas un metro. Este artificio perspectivo se considera uno de los primeros y más refinados ejemplos de ilusión óptica en el arte occidental.
Al entrar en la iglesia, uno queda inmediatamente impresionado por el efecto del trompe-l’oeil. La nave central, cubierta por una bóveda de cañón, dirige la mirada hacia el falso coro, creando una impresión de gran amplitud y profundidad. La perfección del engaño óptico de Bramante es tal que solo acercándose se puede comprender la ingeniosidad del ardid.
La iglesia es de cruz comisa, es decir, sin brazos laterales superiores, y presenta un diseño de tres naves. El interior está decorado con obras de arte de notable valor, incluyendo frescos y pinturas de artistas renombrados como Bergognone, conocido por sus luminosas pinturas sagradas, y preciosas esculturas en estuco. Una de las capillas laterales alberga una obra particularmente venerada: la “Virgen con el Niño”, que sigue atrayendo a numerosos devotos y turistas.
El baptisterio, originalmente concebido como sacristía, se distingue por su forma octogonal y por la presencia de una pila bautismal que data del período renacentista. Las decoraciones del baptisterio, con sus elaborados estucos y frescos, testimonian la alta calidad artística del conjunto.
El exterior de la iglesia es menos llamativo que el interior, con una fachada completada solo en 1872 por el arquitecto Giuseppe Vandoni, quien siguió el proyecto original de Bramante y Amadeo. La fachada es simple y austera, en marcado contraste con el elaborado y sorprendente interior.
A lo largo de los siglos, Santa Maria presso San Satiro ha sido objeto de varios trabajos de restauración y modificaciones, que han preservado su estructura e integridad artística. En el siglo XIX, la iglesia fue objeto de importantes restauraciones que tenían como objetivo conservar su patrimonio histórico y artístico, mientras que en el siglo XX, trabajos adicionales han permitido mantener y valorar las obras de arte internas.
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