Iglesia de Sant'Antonio dei Portugués

Europa,
Italia,
citta, Roma,
Rione IV - Campo Marzio
La Iglesia de San Antonio en Campo Marzio, también conocida como la Iglesia de San Antonio de los Portugueses, es un fascinante ejemplo de arquitectura barroca ubicado en el corazón del centro histórico de Roma. Su historia, estrechamente ligada a la comunidad portuguesa, comenzó en 1445 cuando el cardenal Antonio Martínez de Chaves fundó un hospicio para peregrinos portugueses. Este lugar de acogida, impulsado por la noble Guiomar de Lisboa, incluía una pequeña capilla dedicada a la Virgen de Belén. Sin embargo, con el paso del tiempo, la capilla resultó insuficiente para albergar a los fieles, lo que llevó a la necesidad de expansiones y transformaciones que definieron el aspecto actual de la iglesia. En 1624, comenzaron los trabajos de expansión bajo la dirección de Martino Longhi el Joven. La iglesia se completó en 1638 y se dedicó a San Antonio de Padua, un santo muy venerado y de origen portugués. Trabajos posteriores de ampliación fueron realizados en 1657 por Carlo Rainaldi, quien diseñó la cúpula, y por Cristoforo Schor, quien se encargó del ábside y del altar mayor. La iglesia se convirtió así en un punto de referencia para la comunidad portuguesa y un símbolo de su presencia y devoción en Roma. Un aspecto fascinante de la historia de la iglesia está relacionado con sus visitantes ilustres. Varios papas, incluidos Clemente XI y Clemente XIV, la visitaron por motivos diplomáticos, en una época en la que las relaciones entre la Santa Sede y el Reino de Portugal eran tensas. Esto demuestra la importancia estratégica y simbólica de la iglesia en el contexto de las relaciones internacionales de la época. En 1799, durante la ocupación napoleónica de Roma, la iglesia y el hospicio fueron cerrados y vendidos en subasta. Sin embargo, en 1814, la propiedad volvió al gobierno portugués, que inició una importante obra de restauración. La iglesia reabrió en 1842 y, en 1873, el arquitecto Francesco Vespignani realizó más restauraciones, introduciendo vidrieras decoradas y decorando la cúpula. El interior de la iglesia es un verdadero tesoro de arte y devoción. Alberga obras significativas, como un panel dorado de Antoniazzo Romano y las pinturas del pintor pergolés Antonio Concioli, que incluyen la Adoración de los Magos, la Natividad y el Descanso durante la huida a Egipto, todas datadas en 1782. Otra obra relevante es la Inmaculada Concepción de Giacomo Zoboli de 1756. El Monumento De Souza, realizado por Antonio Canova en 1808, añade un toque de gran maestría artística a la colección de la iglesia. Un elemento particular de la iglesia es la Capilla de San Juan Bautista. En 1740, el rey Juan V de Portugal encargó la construcción de esta capilla, destinada a ser una verdadera maravilla barroca. Bajo la supervisión de Nicola Salvi y Luigi Vanvitelli, la capilla se construyó con módulos prefabricados y fue bendecida por el papa Benedicto XIV en 1744. Posteriormente, fue desmontada y transportada a Lisboa, donde fue reensamblada en la iglesia de San Roque, donde se encuentra actualmente. El órgano de la iglesia, un gran instrumento Mascioni opus 1181, instalado en 2008, es otra joya de la iglesia. Con 4 teclados y 47 registros, fue ampliado en 2015-2016, aumentando el número de registros a 60 en cinco manuales y pedal. Este instrumento extraordinario sigue sonando, enriqueciendo las celebraciones litúrgicas con su majestuosidad sonora. La fachada barroca de la iglesia, diseñada por Martino Longhi el Joven en 1638, es un ejemplo extraordinario de arquitectura barroca romana. A pesar de su estructura relativamente pequeña, el interior de la iglesia logra transmitir una sensación de riqueza y esplendor, gracias a sus numerosos ornamentos y a la disposición artística de los espacios.
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