Moulin Rouge
Europa,
Francia,
citta, París,
XVIII arrondissement
El Moulin Rouge, el famoso cabaret parisino, abrió sus puertas el 6 de octubre de 1889, en el vibrante barrio de Montmartre. Fundado por Joseph Oller y Charles Zidler, el objetivo era crear un lugar de entretenimiento capaz de atraer a un público diverso, desde ricos burgueses hasta trabajadores más humildes. Situado en el Boulevard de Clichy, el cabaret se convirtió rápidamente en un símbolo de París, gracias a su icónica fachada dominada por un molino de viento rojo.
El Moulin Rouge encarnaba el espíritu de la Belle Époque, una época de optimismo, innovación artística y prosperidad económica. En su interior, los invitados eran recibidos por paredes de espejos, candelabros brillantes y una atmósfera de pura opulencia. En los jardines, un colosal elefante de yeso, herencia de la Exposición Universal de 1889, albergaba a una bailarina del vientre que entretenía a los clientes.
Uno de los elementos más icónicos del Moulin Rouge era el cancan, una danza exuberante y provocativa que se convirtió en sinónimo del propio cabaret. El cancan se caracterizaba por patadas altas, faldas ondeantes y una vitalidad que cautivaba al público. La bailarina más famosa del Moulin Rouge, La Goulue, era conocida por su audacia y espíritu rebelde. Una anécdota famosa cuenta que en 1890, cuando el Príncipe de Gales, futuro Eduardo VII, visitó el cabaret, La Goulue le gritó: “¡Hey, Wales, el champán lo ofreces tú!”.
El Moulin Rouge también se convirtió en un lugar de encuentro para artistas y escritores. Henri de Toulouse-Lautrec, uno de los visitantes más conocidos, inmortalizó el cabaret y sus habitantes en numerosas pinturas y carteles, contribuyendo a cimentar su fama. Sus obras capturan la vibrante energía del lugar y las personalidades únicas de sus visitantes.
En 1915, un devastador incendio destruyó gran parte del Moulin Rouge. Sin embargo, el cabaret resurgió de las cenizas y reabrió en 1921, continuando evolucionando y adaptándose a los tiempos. En la década de 1920, el lugar albergó espectáculos de variedades y conciertos, con actuaciones de artistas como Mistinguett, una de las artistas más queridas de la época.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el Moulin Rouge pasó por tiempos difíciles, pero en la década de 1950, bajo la nueva dirección de Georges France, el cabaret renació con renovado esplendor. Fue durante este período que comenzó la tradición de las “revues” – espectáculos de variedades suntuosos que combinaban danza, música y escenografías elaboradas. El primero de estos, “Frou-Frou”, fue un éxito que estableció una tradición en la que todos los espectáculos posteriores tendrían nombres que comenzaban con la letra “F”, como “Fascination” y “Féerie”.
El Moulin Rouge ha seguido acogiendo a algunas de las mayores estrellas del mundo de la música y el espectáculo. Edith Piaf, Yves Montand, Frank Sinatra y Liza Minnelli son solo algunos de los legendarios artistas que han pisado el escenario del cabaret. Hoy en día, el Moulin Rouge es famoso por sus espectáculos “Féerie”, que cuentan con la participación de 60 artistas entre bailarines, cantantes y acróbatas, en una explosión de colores y sonidos que atrae a visitantes de todo el mundo.
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