Palacio Martelli

El Palazzo Martelli, ubicado en la Via Ferdinando Zannetti en Florencia, es un ejemplo excepcional de una residencia aristocrática florentina que ofrece un fascinante viaje a través de la historia y el arte desde el Renacimiento hasta el siglo XIX. Construido en el siglo XVI, el palacio fue ampliado y embellecido a lo largo de los siglos por los Martelli, una familia florentina de comerciantes y banqueros que mantenían estrechas relaciones con los Médici. Su influencia y riqueza se reflejan en la magnificencia de los interiores y en las obras de arte que adornan las habitaciones del palacio. El Palazzo Martelli no es solo un edificio histórico, sino también un museo que alberga una valiosa colección de arte. A pesar de que muchas piezas fueron vendidas a lo largo de los siglos debido a las dificultades económicas de la familia, la colección restante es impresionante. Entre las obras conservadas se encuentran pinturas de maestros como Piero di Cosimo, Francesco Francia, Salvator Rosa y Domenico Beccafumi, así como esculturas en bronce y terracota. La disposición de las obras refleja el enfoque típico de la época, con una disposición densa que crea una atmósfera casi íntima, como si se fuera un invitado en una casa privada en lugar de un museo. Un detalle fascinante del Palazzo Martelli es el ciclo de frescos descubierto durante las recientes restauraciones. En 2019, durante los trabajos de limpieza de las paredes, emergieron frescos ocultos bajo capas de yeso blanco. Estos frescos, que datan de 1809, celebran el matrimonio de Niccolò Martelli con Caterina de’ Ricci e incluyen motivos geométricos, escenas paisajísticas y un pabellón con cortinas. Estos hallazgos han añadido una capa adicional de riqueza histórica y artística al edificio. El palacio fue habitado por la familia Martelli hasta 1986, cuando la última descendiente, Francesca Martelli, murió sin herederos. Francesca, una mujer muy religiosa y solitaria, dejó toda la propiedad a la Iglesia. En 1998, el palacio fue comprado por el Estado italiano, que se encargó de su restauración y apertura al público como museo en 2009. La visita al museo ofrece una experiencia única, permitiendo a los visitantes caminar a través de salas decoradas con frescos, tapices y muebles antiguos, recreando la atmósfera de una residencia noble del pasado. Entre las salas más significativas se encuentra el gran salón de baile, decorado con frescos mitológicos y alegóricos que celebran las virtudes y hazañas de la familia Martelli. La sala de baile, con sus espejos y candelabros, es un ejemplo perfecto del esplendor del siglo XVIII. La “Sala de Oro”, así llamada por sus decoraciones doradas, y la “Sala del Jardín”, con sus paredes pintadas que evocan un exuberante jardín, son otras dos habitaciones que testimonian el gusto y la sofisticación de los Martelli. Uno de los aspectos más fascinantes del Palazzo Martelli es su capacidad para contar no solo la historia de una familia, sino también la de Florencia a lo largo de los siglos. La casa-museo ofrece de hecho una visión de la vida cotidiana, las costumbres y las pasiones de una aristocracia que desempeñó un papel crucial en la historia cultural y política de la ciudad. La colección incluye también retratos de familia, que permiten a los visitantes conocer los rostros y las historias personales de los Martelli. El jardín del palacio, aunque de tamaño modesto, es un oasis de tranquilidad en el corazón de la ciudad. Con sus parterres cuidados y sus estatuas, representa un lugar ideal para hacer una pausa reflexiva durante la visita. El Palazzo Martelli es actualmente gestionado por el Polo Museale Fiorentino y solo se puede visitar a través de visitas guiadas, que ofrecen una visión detallada y profunda de la historia y las obras de arte conservadas. Este enfoque no solo garantiza la conservación del edificio, sino que también permite apreciar plenamente sus peculiaridades arquitectónicas y artísticas.