Panteón Nacional

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El Panteón Nacional, ubicado en el barrio de Alfama en Lisboa, es uno de los monumentos más importantes e icónicos de Portugal, representando un testimonio duradero de la historia y la cultura nacional. Originalmente construido como la Iglesia de Santa Engrácia en el siglo XVII, el edificio fue transformado en el Panteón Nacional en 1916, convirtiéndose en el lugar de entierro de algunas de las figuras más ilustres del país. La arquitectura del Panteón Nacional es imponente y majestuosa. Diseñado en planta octogonal con una cruz griega en el centro, el panteón está coronado por una gran cúpula que domina el horizonte de Lisboa. La construcción de la iglesia original comenzó en 1682, pero la estructura actual no se completó hasta 1966, convirtiendo a este edificio en uno de los proyectos más largos de la historia portuguesa. Esta larga gestación se ha vuelto proverbial en Portugal: la expresión “obras de Santa Engrácia” todavía se usa hoy en día para describir un trabajo interminable.En el interior del Panteón, los visitantes pueden admirar una amplia gama de obras de arte y decoraciones. El suelo de mármol es especialmente notable por sus motivos simétricos y colores vibrantes. Subiendo a los balcones superiores, se pueden disfrutar de impresionantes vistas tanto del interior del panteón como de los alrededores, incluidos los barrios históricos de Alfama y el río Tajo.El Panteón alberga las tumbas y cenotafios de muchas figuras significativas de la historia portuguesa. Entre ellas, la cantante de fado Amália Rodrigues, el legendario futbolista Eusébio da Silva Ferreira y la poetisa Sophia de Mello Breyner Andresen. Otros personajes enterrados aquí incluyen al ex presidente portugués Manuel de Arriaga y al opositor político Humberto Delgado. Los cenotafios, por otro lado, honran a héroes nacionales como Vasco da Gama y Luís de Camões, cuyos restos están enterrados en otro lugar.La ubicación privilegiada del Panteón, en la cima de una colina, también ofrece una vista panorámica extraordinaria desde la terraza de la cúpula. Esta terraza es uno de los miradores más hermosos de Lisboa, desde donde se puede ver el río Tajo y muchos otros puntos de interés de la ciudad. La vista se extiende desde el puerto hasta el puente Vasco da Gama, ofreciendo una experiencia visual única y fascinante.Otro aspecto interesante del Panteón es su papel en la vida cotidiana de la ciudad. Todos los martes y sábados, el mercado de pulgas de Feira da Ladra se lleva a cabo en las cercanías, creando una atmósfera vibrante y dinámica. Este mercado atrae tanto a turistas como a locales, ofreciendo una amplia variedad de artículos, desde piezas de antigüedades hasta souvenirs modernos.Desde un punto de vista histórico, el Panteón representa la larga y compleja historia de Portugal, desde la monarquía hasta la república. La transformación de iglesia a panteón nacional refleja los cambios políticos y sociales del país, incluida la separación entre la iglesia y el estado y la evolución del concepto de identidad nacional.
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