Paseo de Buenos Aires
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Porta Venezia
El Corso Buenos Aires es una de las calles comerciales más largas y animadas de Europa, que une la historia de Milán con el dinamismo de la ciudad moderna. Esta arteria, que se extiende aproximadamente 1.600 metros desde Porta Venezia hasta Piazzale Loreto, ha sido testigo de transformaciones urbanísticas y sociales que reflejan el cambio y el crecimiento de Milán.
El corso tiene sus orígenes en el Lazzaretto, un gran complejo sanitario construido entre 1489 y 1509 para aislar a los enfermos de la peste. El Lazzaretto, inmortalizado por Alessandro Manzoni en “Los Novios”, ocupaba el área donde hoy se encuentra el Corso Buenos Aires. Con la desaparición de la peste y la demolición del Lazzaretto, la zona fue reorganizada urbanísticamente, dando lugar a una de las principales calles de la ciudad. Inicialmente llamado Corso Loreto, el nombre fue cambiado a Corso Buenos Aires en 1906, en ocasión de la Exposición Internacional, para honrar la emigración italiana en Sudamérica y dar a la ciudad una imagen más cosmopolita.Caminar por el Corso Buenos Aires significa sumergirse en un contexto urbano donde pasado y presente se fusionan armoniosamente. La calle está flanqueada por edificios de diferentes períodos históricos, desde los palacios neoclásicos del siglo XVIII, como el del número 19, hasta los edificios eclécticos y modernistas del siglo XX. Entre ellos, el Palazzo Luraschi, en el número 1, construido en 1887 en lo que era el terreno del Lazzaretto, todavía conserva columnas y decoraciones que evocan la historia de ese lugar.El Corso Buenos Aires es conocido principalmente por su vocación comercial. Con más de 350 tiendas, esta calle es considerada uno de los mayores centros comerciales al aire libre de Europa. Aquí se alternan grandes cadenas internacionales y tiendas históricas, haciendo que la experiencia de compras sea variada y única. Esta vocación comercial ha convertido al corso en un punto de referencia para los milaneses y los turistas, atraídos no solo por los escaparates, sino también por la vitalidad del lugar, que ve pasar a cien mil personas cada día.La transformación urbanística del corso ha sido continua. En la década de 1930, el mobiliario urbano cambió con la introducción del puente ferroviario en la altura de Viale Tunisia. Este puente marcaba una especie de límite urbano entre la parte inicial, más elegante y burguesa, y el tramo siguiente, más popular. En la década de 1950, con la construcción de la línea 1 del metro, el corso fue aún más valorizado, mejorando la accesibilidad y aumentando el flujo de visitantes y compradores.Hoy en día, el Corso Buenos Aires está en el centro de un importante proyecto de reurbanización. La iniciativa prevé la creación de carriles bici protegidos a lo largo de ambos lados de la calle, el estrechamiento de la calzada para los autos y la eliminación de muchos estacionamientos, con el objetivo de convertir el corso en un gran bulevar peatonal. Este rediseño, que incluye también la plantación de árboles y arbustos, tiene como objetivo hacer que el área sea más habitable y sostenible, promoviendo la movilidad suave y mejorando la calidad del aire.La historia social del Corso Buenos Aires refleja las dinámicas de cambio de Milán. Originalmente, la zona se caracterizaba por una clara distinción entre los barrios burgueses en el lado este y los populares en el lado oeste. Esta división ha cambiado con el tiempo, con una mezcla progresiva de clases sociales, principalmente gracias a la creciente atracción comercial de la calle. Hoy en día, el corso es un lugar de encuentro e intercambio, donde se pueden observar las diferentes caras de la sociedad milanesa.Una anécdota curiosa es la elección del nombre “Buenos Aires”. En 1906, el alcalde Ettore Ponti decidió nombrar la calle en honor a la capital argentina para conmemorar a los numerosos italianos emigrados en Sudamérica. Esta elección, aunque criticada por algunos en ese momento, contribuyó a reforzar la imagen internacional de Milán, una ciudad siempre abierta a los intercambios culturales y comerciales.
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