Puerta Galliera
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La Porta Galliera, ubicada en la ciudad de Bolonia, es uno de los ejemplos más fascinantes y significativos de la arquitectura defensiva medieval italiana. Esta puerta, que se alza majestuosa en la Plaza XX Settembre, tiene una historia rica y compleja que se remonta al siglo XIII. Originalmente construida en madera, fue posteriormente reconstruida en piedra en el siglo XV y ampliada nuevamente en el siglo XVIII por orden del gobierno pontificio, que quería hacer que la ciudad fuera más representativa e imponente.
La Porta Galliera fue construida en un período de intensos conflictos entre Bolonia y el poder papal. En 1330-1333, el cardenal Bertrando del Poggetto, por encargo del Papa Juan XXII, mandó construir cerca el Castillo de Galliera, una fortaleza destinada a consolidar el control papal sobre la ciudad. Sin embargo, esta fortificación fue destruida por la población boloñesa solo un año después, en 1334, como señal de rebelión contra el dominio papal.
La puerta misma ha sufrido numerosas vicisitudes. Entre 1330 y 1511, fue demolida y reconstruida cinco veces debido a las continuas tensiones y guerras que caracterizaban la época. El aspecto actual de la Porta Galliera es el resultado de una reconstrucción realizada entre 1661 y 1663, según el diseño del arquitecto Bartolomeo Provaglia. Esta restauración le dio a la puerta un aspecto barroco, con una fachada interna escenográfica y una fachada externa que enfatiza el carácter defensivo de la estructura.
La Porta Galliera ha desempeñado un papel crucial en varios eventos históricos. Uno de los episodios más significativos ocurrió durante la insurrección del 8 de agosto de 1848, cuando los ciudadanos de Bolonia se levantaron contra la ocupación austriaca. Durante esta revuelta, la puerta fue el último punto de escape para las tropas austriacas, que se vieron obligadas a retirarse a través de ella. Una inscripción en el arco recuerda a los boloñeses caídos en esta ocasión.
Durante la Segunda Guerra Mundial, el 28 de agosto de 1944, la Porta Galliera sufrió graves daños en un ataque aéreo aliado debido a su proximidad a la estación de tren central de Bolonia. Fue posteriormente restaurada en la década de 1950, continuando siendo un símbolo de la resiliencia y la historia de la ciudad.
Además de su importancia histórica y militar, la Porta Galliera también es un punto de referencia cultural. En sus alrededores se encuentran importantes atracciones como el Parque della Montagnola, el Museo Civico Archeologico y la Biblioteca Comunale dell’Archiginnasio, que ofrecen un rico contexto cultural e histórico a los visitantes. Además, la zona circundante es famosa por su animada escena gastronómica, con trattorias y restaurantes que sirven platos típicos de la cocina boloñesa, como lasaña boloñesa, tortellini y mortadela.
Un interesante anécdota relacionada con la Porta Galliera es el uso de las fuentes del Mercato delle Erbe, donde originalmente se encontraban dos altorrelieves de bronce que representaban faunos, obras del escultor Silverio Montaguti. Estos altorrelieves fueron posteriormente trasladados a la Porta Galliera, enriqueciendo aún más su valor artístico.
La puerta ha sido objeto de numerosas intervenciones de restauración a lo largo de los siglos, con las más recientes realizadas entre 2007 y 2009 y en 2019, que tuvieron como objetivo preservar y realzar este importante monumento. Hoy en día, la Porta Galliera sigue siendo uno de los destinos imprescindibles para quienes visitan Bolonia, no solo por su belleza arquitectónica, sino también por el profundo significado histórico y cultural que representa.
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