Zoológico de Praga

El Zoológico de Praga, ubicado en el barrio de Troja, es uno de los jardines zoológicos más importantes del mundo, famoso por su biodiversidad y su compromiso con la conservación de especies en peligro de extinción. Inaugurado el 28 de septiembre de 1931, el zoológico se extiende sobre una superficie de 58 hectáreas, de las cuales 50 son visitables, y alberga más de 4.000 animales pertenecientes a más de 600 especies, muchas de las cuales están amenazadas de extinción. La historia del Zoológico de Praga comenzó en 1881, cuando el conde Sweerts-Sporck propuso la creación de un jardín zoológico para la ciudad de Praga con motivo del matrimonio del príncipe heredero Rodolfo de Austria con la princesa Estefanía de Bélgica. Sin embargo, el proyecto realmente tomó forma solo en 1922, gracias a la donación de terrenos por parte del magnate Alois Svoboda. La construcción del zoológico comenzó oficialmente en la década de 1930 y, a pesar de varias dificultades, fue inaugurado en 1931. El primer “habitante” del zoológico fue la leona Lotta, seguida pronto por los caballos de Przewalski, una especie que el Zoológico de Praga ha tenido un papel crucial en salvar de la extinción. De hecho, el zoológico ha logrado importantes éxitos en la reproducción y reintroducción en la naturaleza de estos caballos, contribuyendo significativamente a la conservación de la especie. Una de las características más distintivas del zoológico es la variedad de entornos recreados para albergar a los animales. Entre las atracciones principales se encuentran la Casa de la Salamandra Gigante, el Valle de los Elefantes, la Casa de los Hipopótamos, el Pabellón de los Gorilas y la Selva Indonesia. Cada área está diseñada para reproducir fielmente el hábitat natural de los animales, ofreciendo a los visitantes una experiencia inmersiva y educativa. La inundación de 2002 representó uno de los desafíos más difíciles para el zoológico, causando graves daños a las estructuras y poniendo en peligro la vida de muchos animales. Gracias a un gran esfuerzo de reconstrucción, el zoológico no solo fue restaurado, sino que también mejoró sus instalaciones, convirtiéndose en uno de los mejores jardines zoológicos del mundo. En 2007, la revista Forbes Traveler clasificó al Zoológico de Praga en el séptimo lugar entre los mejores zoológicos del mundo. El zoológico es fácilmente accesible desde el centro de Praga con varios medios de transporte. Durante la temporada de buen tiempo, también se puede llegar al zoológico con un fascinante paseo en barco por el río Moldava. Una vez allí, los visitantes pueden pasar todo el día explorando las numerosas atracciones y disfrutando de las instalaciones para el tiempo libre, como áreas de juegos para niños, espacios para picnic y restaurantes.