Museo Lombroso
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El Museo de Antropología Criminal Cesare Lombroso en Turín es una de las instituciones más controvertidas y fascinantes de Italia. Fundado en 1876 por el propio Cesare Lombroso, el museo alberga una amplia colección de artefactos relacionados con los estudios de Lombroso sobre antropología criminal, una disciplina que él mismo contribuyó a crear y desarrollar. Lombroso, médico y antropólogo, es conocido por sus teorías sobre la criminalidad innata de algunos individuos, teorías que tuvieron un impacto significativo en el campo de la criminología y la psiquiatría del siglo XIX, pero que hoy en día son ampliamente refutadas y criticadas.
El museo se encuentra en el Palazzo degli Istituti Anatomici y forma parte del sistema museístico de la Universidad de Turín. La colección se abrió al público en 1898 e incluye objetos recopilados por Lombroso durante su carrera. Entre los artefactos expuestos se encuentran cráneos y cerebros humanos, máscaras mortuorias, cuerpos del delito y artefactos realizados por reclusos y personas con trastornos mentales. Uno de los elementos más conocidos y discutidos de la colección es el esqueleto de Giuseppe Villella, un presunto bandido cuyo cráneo presentaba una fosa occipital que Lombroso interpretó como un signo de atavismo criminal.La disposición del museo está dividida en nueve salas temáticas que repasan las principales investigaciones de Lombroso. Una parte significativa del museo está dedicada a las herramientas utilizadas por Lombroso para sus mediciones antropométricas, como calibres y medidores craneales. En otra sala se puede ver el estudio privado de Lombroso, reconstruido con muebles originales y documentos de la época. Aquí, una voz narrativa imaginaria de Lombroso guía a los visitantes a través de sus teorías y descubrimientos, proporcionando un contexto histórico y científico.A pesar del propósito educativo e histórico del museo, la figura de Cesare Lombroso y sus teorías han generado numerosas controversias a lo largo de los años. Sus ideas sobre la predisposición biológica a la criminalidad, basadas en características físicas y morfológicas, han sido criticadas por su determinismo y por las implicaciones racistas. En particular, las comunidades del sur de Italia han protestado contra la representación negativa que Lombroso hizo de los sureños, a menudo considerados más propensos a la criminalidad según sus teorías.Estas protestas han llevado a pedidos de cierre del museo y a la devolución de los restos humanos expuestos, considerados por muchos como una ofensa a la dignidad de las personas representadas. Por ejemplo, el municipio de Motta Santa Lucia ha solicitado la devolución del cráneo de Giuseppe Villella, considerado un símbolo de la opresión y discriminación sufridas por los sureños. Después de una larga batalla legal, en 2019 la Corte de Casación confirmó la legitimidad de la exposición de los restos de Villella en el museo, reconociendo el interés histórico y científico de la colección.A pesar de estas controversias, el Museo Lombroso sigue atrayendo a numerosos visitantes, tanto por el interés histórico y científico como por la curiosidad hacia las teorías lombrosianas. Cada año, miles de personas visitan el museo para conocer mejor un capítulo importante y controvertido de la historia de la criminología y la antropología.El recorrido expositivo del museo se enriquece con paneles informativos y videos que explican el contexto histórico de las teorías de Lombroso y su impacto en la sociedad de la época. Estos instrumentos educativos ayudan a los visitantes a comprender cómo las teorías lombrosianas han sido superadas por la criminología moderna, que reconoce la importancia de los factores sociales, ambientales y psicológicos en el comportamiento criminal.El Museo Lombroso es, por lo tanto, un lugar de reflexión sobre el pasado y el progreso científico. Invita a los visitantes a cuestionar los límites de la ciencia y la importancia de un enfoque crítico y consciente de la investigación. Las teorías de Lombroso, aunque ahora superadas, ofrecen un punto de partida para comprender cómo la ciencia puede evolucionar y mejorar, reconociendo sus propios errores y limitaciones.
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