Plaza de San Pedro

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Rione XIV - Borgo
La Plaza de San Pedro es uno de los lugares más icónicos y fascinantes del mundo, situada en el corazón de la Ciudad del Vaticano. Este espacio extraordinario, concebido por Gian Lorenzo Bernini entre 1656 y 1667, representa una obra maestra de la arquitectura barroca y un centro espiritual para millones de católicos en todo el mundo. La plaza es un ejemplo perfecto de cómo el arte, la arquitectura y la fe pueden fusionarse en una armonía sublime. La plaza es famosa por su forma elíptica, diseñada para representar un abrazo simbólico de la Iglesia a los fieles. Bernini concibió un monumental colonnato compuesto por 284 columnas dóricas dispuestas en cuatro filas, que forman dos semielipses perfectas. Este colonnato crea un efecto teatral, guiando la mirada de los visitantes hacia la Basílica de San Pedro. En las columnas, 140 estatuas de santos observan la plaza desde arriba, añadiendo un toque de sacralidad y grandiosidad.En el centro de la plaza se encuentra un obelisco egipcio de 25,5 metros de altura, traído a Roma por el emperador Calígula en el 37 d.C. y colocado en su posición actual por el Papa Sixto V en 1586. El obelisco, que una vez adornaba el Circo de Nerón, está coronado por una cruz que, según la tradición, contiene un fragmento de la Vera Cruz. A los lados del obelisco, dos fuentes gemelas, diseñadas respectivamente por Carlo Maderno en 1613 y por Gian Lorenzo Bernini en 1675, completan la simetría de la plaza, creando un juego de agua y luz que encanta a los visitantes.La Basílica de San Pedro, que domina la plaza, es uno de los lugares de culto más importantes del cristianismo. La basílica actual, iniciada por el Papa Julio II en 1506 y completada en 1626 bajo el Papa Urbano VIII, fue construida en el lugar donde, según la tradición, fue sepultado San Pedro, uno de los doce apóstoles de Jesús y primer papa. La fachada de la basílica, diseñada por Carlo Maderno, es imponente y majestuosa, con un pórtico que se extiende a lo largo de todo el ancho del edificio.Uno de los elementos más impresionantes de la basílica es su cúpula, diseñada por Miguel Ángel Buonarroti. Con un diámetro de 42 metros y una altura de 136 metros, la cúpula domina el horizonte romano y ofrece una vista panorámica impresionante de la ciudad. La cúpula es accesible para los visitantes que deseen subir los 551 escalones (o tomar el ascensor para una parte del recorrido) y admirar Roma desde lo alto.La plaza también es escenario de eventos importantes y ceremonias solemnes, como las bendiciones papales y las audiencias generales del Papa. Cada año, millones de peregrinos y turistas visitan la Plaza de San Pedro para participar en estas celebraciones o simplemente para contemplar la belleza del lugar. Durante las festividades navideñas, la plaza se transforma con un gigantesco árbol de Navidad y un belén, atrayendo aún más visitantes de todo el mundo.Un dato interesante sobre el pavimento de la plaza son dos discos de piedra conocidos como los “puntos de fuego” de la elipse. Si uno se coloca en uno de estos discos, las cuatro filas de columnas del colonnato se alinean perfectamente, creando la ilusión de una sola fila de columnas. Este efecto óptico, magistralmente concebido por Bernini, demuestra su habilidad para combinar arte y ciencia.La historia de la Plaza de San Pedro también está ligada a momentos dramáticos, como el intento de asesinato del Papa Juan Pablo II el 13 de mayo de 1981. El Papa fue tiroteado mientras cruzaba la plaza en el papamóvil, pero milagrosamente sobrevivió al atentado. Este evento marcó profundamente la historia reciente de la plaza y fortaleció el afecto y la devoción de los fieles hacia el pontífice.
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